"Desde las horas de mi infancia, yo nunca fui como los otros; no vi jamás como otros vieron, no adoré ni odié como todos. En la fuente común, yo nunca bebí mis penas ni mis gozos; y soñé siempre sueños míos, Y cuanto amé, lo amé yo solo. [...]"
"Cuando estuve por primera vez frente al océano quedé sobrecogido. Allí entre dos grandes cerros (el Huilque y el Maule) se desarrollaba la furia del gran mar. No sólo eran las inmensas olas nevadas que se levantaban a muchos metros sobre nuestras cabezas, sino un estruendo de corazón colosal: la palpitación del universo".